Los objetivos son aquello que nos lleva a alcanzar lo que nos proponemos, su importancia es tal que, si no los tenemos bien definidos, sirven de poco y en momentos de vacilación se dejarán de lado.
Déjame hablarte de un estudio que demostró lo que te comento:
En el año 1953, investigadores de la Universidad de Harvard realizaron un estudio a un grupo de estudiantes del último curso de MBA en la Universidad de Yale. Se les preguntó cuántos tenían una lista clara de objetivos, sólo el 3% tenía una lista definida, escrita y priorizada, un 13% tenía una vaga idea y un 83% no sabían nada, ni se lo habían planteado. 25 años después se comprobó que aquellos que habían conseguido el éxito (entendiendo por éxito haber cumplido las metas que se habían marcado en la vida) pertenecían al 3% que tenía objetivos. En 1970 se repitió una experiencia similar en Harvard, también con estudiantes de MBA. Y los resultados, asombrosamente, fueron los mismos, el 3% que tenían objetivos claros habían triunfado, los demás no. Queda clara la relación entre objetivos y éxito, ¿no? Este estudio es una clara muestra de cómo enfocarnos hacia lo que queremos, comprometernos a realizar las acciones necesarias es la base para conseguir el éxito.
"Si no tienes una meta, es difícil alcanzarla". Paul Aren
Establecer los objetivos, además, permitirá:
- Determinar una dirección única: alejarse del punto de salida para acercarse donde se quiere llegar.
- Focalizar: trabajar en lo importante descartando lo irrelevante para obtener el mayor rendimiento.
- Dosificar la energía: centrarse en las tareas críticas, que son las que facilitan el avance.
- Evitar los “ladrones de tiempo”: eliminar las tareas inútiles para optimizar el tiempo.
- Motivarse: tener los objetivos en mente y visualizarlos cada vez más cercanos es un acicate para su logro.
- Pequeñas cargas de satisfacción: son pequeñas victorias que motivan para llegar al objetivo final.
Y tú, ¿te animas a transformar tus deseos en realidad? ¡Te invitamos a nuestro taller “Establecimiento de metas”!
Fuente: Blog OBS Business school